viernes, 31 de enero de 2014

Capítulo 16




Está estirado mirando al techo de su habitación mientras intenta conciliar el sueño. No puede dormir.  Dentro de él sabe que lo que le ha pasado esta tarde con Amanda no es plato de buen gusto. Está preocupado, no la ha escuchado salir del cuarto, no sabe siquiera si ha comido.
Sus pensamientos vuelven a su sitio de nuevo. Un hijo...  ¿Cómo será su vida con un hijo? Se imagina cambiando pañales de forma inexperta, se imagina dar un biberón a un pequeño niño pelirrojo con los ojitos claros y con la belleza de su madre.
No sabe si Amanda podría aguantar el parto. Ella por fuera es una mujer dura pero por dentro es un trozo de pan, con un corazón gigante...
Piensa en el aborto pero enseguida rechaza ese pensamiento absurdo por su parte. No quiere que aborte, quiere ese niño. Y más si es con ella. No es ilusión, es... Es amor.
Se levanta de la cama aburrido de tanto pensar y se dirige a la cocina a por un vaso de agua y de paso a ver si Amanda ha provado bocado.
Es tarde pero quiere asegurarse.
- ¿Pero qué coño es esto?- Mira a su alrededor, las cosas de Amanda no están y su sentido común le dice que esto solo acaba de empezar.
 Busca la maleta de Amanda rapidamente con la vista pero no lo ve. Cae en la cuenta que la dejo en el cuarto de invitados para no tenerlo tirado por ahí. Sube corriendo hacia el cuarto de invitados y antes de abrir la puerta, respira, cierra los ojos y desea con todo su fuerza que cuando abra la puerta vea a su preciosa Amanda durmiendo tranquilamente. Se envalentona y abre la puerta despacio por si acaso sigue ahí. Se queda ojiplático. No está, ni rastro de ella. Sale corriendo hacia el armario en busca de su ropa o de cualquier cosa que le pueda decir donde está . Nada. Lo ha dejado de nuevo. De nuevo ha vuelto a dejarlo. Se siente como una mierda. Sale de la habitación con los ánimos por los suelos y baja hasta la cocina. Cambia el vaso de agua por un vaso de whisky. Necesita beber aunque sea las 6 de la mañana. Mira a su alrededor y ve la comida encima de la mesa, todo como él lo dejo.
- No ha probado bocado-  Piensa él.
Se da cuenta que encima de la mesa hay un pequeño folio escrito a mano y se tira a cogerlo..
Lee lo que pone y sus dudas se resuelven.
<< Hola lorenzo. Siento decirte que me ha dolido ciertas cosas que ya sabes y que es mejor poner tierra de por medio al menos durante un tiempo. Gracias por estos dias maravillosos pero necesito estar sola, esto me viene grande. Respeta mi decisión por favor. No me llames, no me busques, yo lo haré cuando este preparada..>>
Lo ha dejado, de nuevo lo ha dejado.  Se sienta en la silla fustrado. Solo ha tenido una duda, una maldita duda y razonable
-¿Por que se pone tan dramática? ¿Por qué no me deja cuidarla? Es todo lo que quiero hacer, cuidarla y cuidar de ese hijo en común. Dada de este mundo me haría más feliz que eso.
Enfadado, jodido y lastimado se va a su cuarto despues de un par de copas más y se estira en su cama. Todo a su alrededor le recuerda a ella. Tiene el móvil encima y en estas horas lo ha mirado más que en toda su vida, pero  nada. Ni una sola señal de ella. Está preocupado y hace el ademán de llamarla pero recuerda la carta y decide que es mejor que la deje respirar. Si la deja respirar quizás vuelva en un par de dias... Es lo más lógico. Se ha agobiado y se ha ido porque es una persona muy impulsiva pero volverá- Era su última esperanza y estaba dispuesto a agarrarse a ella. Aunque fuera un clavo ardiendo....

Se acuesta de costado y cierra sus ojos. Nota como unas lágrimas empiezan a caer.
- ¿Pero qué coño hago?- No, no no puede llorar, se limpia con sus puños las lágrimas  y  haciendo de tripas corazón se echa a dormir.
Bebido, triste y endeble se queda dormido antes de lo previsto.
Han pasado varias horas desde que lorenzo se quedó dormido y cuando despierta lo único que quiere es que haya sido un mal sueño. Se despierta con el típico dolor de cabeza despues de beberse whisky a las 6 de la mañana sin ton ni son.
Va en busca de Amanda, por si acaso por alguna casualidad del mundo se hubiera arrepentido y vuelto. Pero todo el mundo se le desmorona cuando descubre que en realidad nada ha pasado, todo sigue igual. Su cama vacia y nada de ella. Decide que es hora de espabilarse y que no puede estar todo el dia mal. Baja a  la cocina y empieza a recoger todo a la vez que se hace café en su cafetera.
Café negro con mucha azúcar más una aspirina. Esto le hará que se le rebaje el dolor y el empavonamiento que tiene.
Todo esta tranquilo a su alrededor nada, nada que puede llamarle la atención pero un sonido de un coche enseguida le hace que se aparte de su boca su dulce y amargo café.
Pican a su telefonillo de entrada. No tiene ganas de abrir pero su instito cotilla le hace por lo menos saber quien es
- ¿Digame?-  Quién sea no ha llegado en un buen momento.
- Abreme- Una voz femenina se escucha y logra reconocerla.
-¿Qué coño querrá esta ahora?... Esto es lo último que quiero, hablar con esta mujer.- Piensa para sus adentros
Escucha como aparca el coche fuera y el ruido de sus tacones se le clavan en su mente resacosa.  Antes de que empiece a picar y le vuelva loco le abre la puerta para que pase.  No quiere alargar esto, asi que diga lo que sea y se vaya, no está de humor  y menos para aguantar a esta loca , psicópata...
- Hola Lorenzo, cuanto tiempo sin verte- Se acerca hasta sus dos mejillas y le planta dos besos. Lorenzo queda asombrado. ¿ Ahora andará de buena? Piensa el.
- Hola- logra decir.- ¿Qué haces aquí?
- ¿Me vas a dejar pasar o qué?- Gira la cabeza y me mira con ojitos de cordero de gollado.
Se aparta de la puerta y la deja espacio para entrar. ¿Qué mosca le ha picado a esta? Sus pensamientos cada vez son peores.
- Bueno, ¿Me vas a decir que haces aquí o qué mariam?- Cierra la puerta y se sienta en su suave y caro sofa.
- Lorenzo- Se sienta al lado de ella-  Solo quiero decirte que perdón por lo que te monte la otra vez y te venia a decir que lo siento mucho por todo...
- Perdonada. Ya esta olvidado. ¿Algo más?- Intenta acabar lo más rápido posible. Si amanda la viese aquí por cualquier casualidad del mundo lo mataría, son sus pensamientos.
- Lorenzo, no vengo a molestarte, solo...- Se calla recibe una llamada y la coge.
- Un momento por favor.- Le hace una seña a Lorenzo para que espere y atiende a la llamada.  Se aleja un poco para que no se entere de la conversación y su cara empieza a cambiar.
Ahora se siente mal pero no puede echarse atrás, porque si no a ella es quien mataran...
- Lo siento por todo de verdad, ojalá algún día puedas perdonarme...
-¿Cómo dices?- La mira confundido, no sabe lo que se refiere y se queda callado pensando.
De repente se escucha un fuerte ruido en la puerta y  ve como se cae abajo.
La mira rapidamente, con la cara descompuesta.
- ¿Qué es esto Mariam? ¿Qué pasa?- Tiene los ojos fuera de sí.
- Lo siento Lorenzo, lo siento muchísimo...
Ve como la puerta al cabo de porrazos cede y se cae. Se queda quieto, patidifuso por lo que esta viendo.
- No puede ser- Dice.- ¿Qué coño haces tú aquí?
-  ¿Me recuerdas?- Se rie y hace un gesto a dos hombres fuertes que estan detrás de él.- Cogerlo.
- Maldito hijo de puta,¿ tu no estabas en la puta carcel despues de lo que le hiciste a tu propia hija? No tienes vergüenza. Desgraciado te voy a matar-
Se va acercando rapidamente a él pero los hombres que van con él no se lo permiten y le asestan un puñetazo, y asi van cayendo uno detrás de otro.
Mariam al otro lado mira el espectáculo horrorizada, queria vengarse de él por haberla engañado pero no de esta manera. Ahora se arrepiente, pero no puede mostrarlo. Sus ojos la delatan y Volsk no tiene otra que hacer. Hablara...
Espera que dejen a lorenzo inscociente para poder llevarselo al zulo y alli martirizarlo.
-Mariam- La llama.
Ella lo mira con ojos de terror. Es ignorante de su porvenir.
-El que lo siente soy yo...
Se escucha unos diparos en la casa de Lorenzo. Salen corriendo cargando a un insconciente Lorenzo y se montan en sus coches con sus ventanas tintados.
Acaba de empezar....
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- Espero que te guste la cena
- Me encanta... y más si lo has hecho tú, reina.- Me muestra una sonrisa.
¡Sí!, Lo he llamado esta tarde y quiero contárselo. Quiero decirle que estoy embarazada. Y quiero decirle todo, no se porque pero siento la necesidad de contárselo.
- Bueno Daniel, sientate, vamos a hablar...- Me siento a su lado y me muestra su dentadura perfecta. Esta radiante.
- Cuentame...- Me dice mientras pincha con el bistec de cerdo y lo moja con la salsa roquefort.- Esta delicioso Amanda, eres una buena cocinera...
- Claro...- Algo que se me da bien es esta comida.- Bueno,  voy al  grano, estoy embarazada...
Empieza a toser intentando tragarse el bistec que tiene en la boca.
- ¿Perdona?- Esta con los ojos abiertos de par en par.
- Como lo oyes... Es de Lorenzo.
- ¿Y que ha dicho él?
- Bueno es una larga historia....
- Tengo tiempo reina.
Le cuento todo con pelos y señales, sus reacciones son de lo más anormales, se cabrea, se tranquiliza, una orgía de emociones. Después de nuestra larga conversación le invito a una copa y yo mientras bebo nestea.
- Amanda, no te preocupes por nada , porque me vas a tener a mi para todo.- Ooooh que mono es Daniel, es tan bueno...
- Gracias Daniel, y sobre todo gracias por escucharme.
Para eso estoy y más, por cierto ¿Cuando tienes cita para hacerte una ecografia? Si me dejaras quiero ir...
- Por supuesto, me haria mucha ilusión que vinieras pero te las tendria que ver con mi madre porque querra venir..
- Me da igual, ya la conozco y le caí bien.
Siento que se acerca a mi, me toca mi pelo y me lo echa hacia atrás.  Su cara se descompone, su piel morena se pone pálida.
- Amanda- me mira con los ojos muy abiertos.- ¿Qué te ha pasado en el cuello? No me digas que Lorenzo... No me digas...- Tiene los ojos muy brillosos y su carácter cambia a enfado.
- Maldito hijo de puta, cabrón de mierda, mariconazo, desgraciado.-  Suelta de todo por esa boca tan bonita.
- Daniel, te equivocas, esto solo son chupetones..
- ¿Chupetones Amanda? A mi no me vas a engañar, ¿Eso te hizo el hijo de puta cuando le dijiste que no abortarias? ¿Y por qué te lo has callado? Eres una necia.
Se levanta deja su copa en la mano y recoge su chaqueta.
- Amanda,  tengo que irme. Mañana nos vemos. Yo te llamo.- Se acerca y me besa la frente.
 A mi no me quedan mas ganas de discutir y dejo que piense lo que quiera.
- Vale, espero tu llamada.
Y allí  me quedo mirando como cierra la puerta tras él. Me bebo el nestea y me voy a la cama. Ya recogeré mañana.


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Coge su telefono tras salir del portal de Amanda.
- Volsk, ese hijo de puta la ha cagado, mátalo. No.. No puedo esperar, es un cabronazo. No me dejo llevar por mi ira... Volsk escúchame, no escúchame tú a mi, si yo lo veo, me lo cargo. Te lo juro.  Volsk... No cuelgues, no...
 Sabe que la ha cagado hasta el fondo y no contaran con él para martirizarlo.
Se muere de rabia. Descarga su rabia con la pared que ve. Da puñetazos hasta que sus nudillos no pueden más, hasta que la sangre le cae hasta manchar toda su ropa.
Esta llorando.
Otra vez, no.

1 comentario:

  1. Cada vez estoy mas intrigada, esto se va a poner bueno..!!!
    Pobre Lorenzo, haber como le va con estos matones. Me imaginé que el papá de Amanda estaba detras de todo esto.
    Ya quiero saber mas, nos leemos pronto y gracias por el capi.
    Saludos

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